En el pasado, los consejos y comités hospitalarios no tenían la obligación legal de garantizar un determinado nivel de calidad en la prestación de asistencia sanitaria. Sin embargo, hoy ya no es así. Los resultados de los pacientes y el cumplimiento de la normativa dominan ahora la agenda de la gobernanza clínica. Proporcionar una atención excepcional, garantizar la seguridad de los pacientes y fomentar una cultura de calidad y excelencia se ha convertido poco a poco en una prioridad clave para las organizaciones sanitarias de todo el mundo.
Ahí es donde entran en juego los sistemas de gestión de la calidad (SGC). En pocas palabras, un SGC es un conjunto completo de políticas, procedimientos, procesos y recursos implantados en una organización sanitaria para garantizar la seguridad de los pacientes y mejorar los resultados clínicos. Pero hay un truco.
La inmensa mayoría de las organizaciones sanitarias siguen utilizando sistemas de gestión de la calidad heredados, en los que han confiado durante décadas. Antaño considerados revolucionarios, ahora son sistemas con procesos obsoletos y funcionalidades limitadas, que ya no son capaces de satisfacer las complejas demandas del sector sanitario, en constante evolución.
En esta entrada del blog se analiza por qué las organizaciones deben superar las limitaciones de los sistemas heredados en el sector sanitario y adoptar soluciones modernas y tecnológicamente avanzadas. También se analiza cómo aprovechar el poder de las soluciones digitales, ágiles e integradas de gestión de la calidad puede ayudarles a desbloquear importantes beneficios y posicionarse a la vanguardia de la revolución sanitaria.
Las limitaciones de los sistemas heredados de gestión de la calidad en la sanidad
Un SGC sanitario obsoleto puede ser un sistema analógico/basado en papel o una solución de software heredada. Aunque puede cumplir todas las funciones para las que se diseñó originalmente, no permite el crecimiento. En pocas palabras, lo que el sistema hace ahora para la organización es todo lo que hará siempre.
Los sistemas heredados se caracterizan por estructuras rígidas, procesos fragmentados y funcionalidades limitadas. Algunos de los principales inconvenientes de este tipo de soluciones son:
Falta de integración con otras tecnologías y sistemas sanitarios, lo que genera silos de datos y flujos de trabajo inconexos.
Imposibilidad de personalizar el sistema en función de la evolución de los requisitos y la normativa.
Introducción manual de datos, que requiere mucho tiempo, es propensa a errores y difícil de controlar.
Escasa capacidad analítica y de elaboración de informes, lo que dificulta la extracción de datos esclarecedores.
Costes elevados asociados al mantenimiento, actualización y soporte diario del sistema.
Más propensos a los riesgos de seguridad y privacidad de los datos, lo que, a su vez, puede comprometer datos sensibles de los pacientes.
¿Cuándo sabe que ha llegado el momento de pasar a una solución moderna de gestión de la calidad sanitaria?
Las organizaciones sanitarias suelen dudar a la hora de sustituir los sistemas heredados que han utilizado durante años para realizar el trabajo mínimo por una solución más sólida y moderna. Esto puede deberse a varias razones: miedo al cambio, falta de recursos (capital, tiempo y mano de obra) o simplemente porque no saben por dónde empezar.
Y aunque pasar a una solución moderna de gestión de la calidad sanitaria es una decisión importante y crucial para cualquier organización, hay algunos signos comunes que indican que ha llegado el momento de hacer la transición:
Todavía hay un número considerable de procesos de calidad y flujos de trabajo manuales que el personal tiene que hacer a diario y que pueden automatizarse o semiautomatizarse fácilmente.
El sistema de gestión de la calidad depende totalmente de la infraestructura de hardware local y no puede trasladarse a la nube.
El sistema está aislado y es imposible la integración o el intercambio de datos con otros sistemas de la organización.
El rendimiento del software del sistema es lento, con frecuentes fallos, caídas o errores.
El personal clínico sigue utilizando hojas de cálculo Excel y documentos en papel para hacer un seguimiento de los procesos de calidad, realizar auditorías, analizar datos y resultados y asignar tareas a otros miembros del equipo.
Su proveedor de software de gestión de la calidad no actualiza el producto con versiones más recientes, proporciona una asistencia técnica mínima o nula y el producto no ofrece flexibilidad para personalizarlo según sus requisitos.
Si se enfrenta a uno o varios de los problemas anteriores, considere la posibilidad de ir más allá de su sistema actual e implantar un SGC sanitario moderno.
El potencial transformador de un moderno software de gestión de la calidad
Según un estudio realizado por la Universidad de Michigan el paso del papel a la historia clínica electrónica supuso una reducción del 3% en el coste de la atención ambulatoria. Esto se traduce en un ahorro de 5,14 dólares por paciente al mes. Y aunque pueda parecer poco, si se mantiene o incluso aumenta, sería sustancial.
Si algo tan sencillo como introducir historiales médicos electrónicos puede tener un resultado tan notable, entonces el impacto de sustituir los sistemas de calidad heredados y basados en papel por un sistema digital moderno y de vanguardia es verdaderamente transformador.
Un SGC moderno del futuro permitirá a las organizaciones sanitarias agilizar todos sus flujos de trabajo de calidad, automatizar procesos, comunicar y colaborar sin fisuras entre departamentos, proporcionar visibilidad en tiempo real de los datos de calidad y capacitarlas para impulsar la mejora continua.
Si no está seguro de cómo iniciar el proceso de transición de un sistema heredado a una solución digital con tecnología avanzada, nuestra guía del comprador es una lectura obligada. También puede ponerse en contacto con nosotros si tiene alguna pregunta y desea obtener más información sobre cómo MEG puede ayudar a su organización a transformar radicalmente su gestión de la calidad.